El objeto más cercano, de tamaño suficiente y energía bastante
para afectar seriamente a la Tierra es el Sol. Mientras el Sol mantenga
su actual nivel de actividad (como lleva haciendo durante miles de
millones de años), la Tierra seguirá esencialmente inmutable. Ahora
bien, ¿puede el Sol mantener para siempre ese nivel? Y, caso de que no,
¿qué cambio se producirá y cómo afectará esto a la Tierra? Hasta los
años treinta parecía evidente que el Sol, como cualquier otro cuerpo
caliente, tenía que acabar enfriándose. Vertía y vertía energía al
espacio, por lo cual este inmenso torrente tendría que disminuir y
reducirse poco a poco a un simple chorrito. El Sol se haría naranja,
luego rojo, iría apagándose cada vez más y finalmente se apagaría. En
estas condiciones, también la Tierra se iría enfriando lentamente. El
agua se congelaría y las regiones polares serían cada vez más extensas.
En último término, ni siquiera las regiones ecuatoriales tendrían
suficiente calor para mantener la vida. El océano entero se congelaría
en un bloque macizo de hielo e incluso el aire se licuaría primero y
luego se congelaría. Durante billones de años, esta Tierra gélida
seguiría girando alrededor del difunto Sol. Pero aun en esas
condiciones, la Tierra, como planeta, seguiría existiendo. Sin embargo,
durante la década de los treinta, los científicos nucleares empezaron
por primera vez a calcular las reacciones nucleares que tienen lugar en
el interior del Sol y otras estrellas. Y hallaron que aunque el Sol
tiene que acabar por enfriarse, habrá períodos de fuerte calentamiento
antes de ese fin. Una vez consumida la mayor parte del combustible
básico, que es el hidrógeno, empezarán a desarrollarse otras reacciones
nucleares, que calentarán el Sol y harán que se expanda enormemente.
Aunque emitirá una cantidad mayor de calor, cada porción de su ahora
vastísima superficie tocará a una fracción mucho más pequeña de ese
calor y será, por tanto, más fría. El Sol se convertirá en una gigante
roja. En tales condiciones es probable que la Tierra se convierta en un
ascua y luego se vaporice. En ese momento, la Tierra, como cuerpo
planetario sólido, acabará sus días. Pero no os preocupéis demasiado.
Echadle todavía unos ocho mil millones de años.
Alguna vez le tocará el turno a la especie humana.
Desastres naturales
Las erupciones solares son permanentes, aunque de intensidad variable
Erupción
solar gigante: las eyecciones de masa de la corona solar bombardean a
la Tierra con un torrente de partículas subatómicas de alta velocidad.
Esto ocurre permanentemente, pero se encontró que las estrellas pueden
incrementar su brillo en unas 20 veces, probablemente debido a
erupciones gigantes.
Disminución de actividad solar:
otras estrellas de tipo parecido al sol pasan por períodos en que se
observa una disminución del brillo del 1%. Parece poca cosa, pero puede
terminar en otra Edad de Hielo, o algo bastante más frío y peor.
Inversión
del campo magnético terrestre: a lo largo de la historia geológica del
planeta el campo magnético se invirtió varias veces. Durante el siglo
pasado el campo magnético de la Tierra disminuyó un 5%. El campo
magnético desvía las tormentas de partículas y los rayos cósmicos, y
deja de protegernos si se anula.
Erupción de
rayos gama: de la colisión de dos estrellas colapsadas se liberan
energías insospechadas en forma de radiación gama, hasta 1016 veces la
potencia del sol. Si esto se produjera a una distancia relativamente
cercana (menos de 1.000 años luz) la atmósfera terrestre nos protegería
inicialmente, pero los óxidos de nitrógeno que se producirían
destruirían la capa de ozono, con lo que la radiación UV del sol nos
llegaría sin amortiguar. El resultado no sería sólo cáncer de piel, sino
que se destruría el plancton oceánico que constituye la base de la
cadena alimentaria y que provee buena parte del oxígeno de la atmósfera.
Causas no terrestres
Invasión
extraterrestre: hace décadas que los científicos de SETI buscan señales
de civilizaciones extraterrestres. Hasta ahora sin éxito, pero por algo
siguen buscando. ¿Qué sucederá si alguna vez hacen contacto? No
necesariamente se producirá un conflicto directo, pero los
extraterrestres podrían estar interesados en recursos de nuestro sistema
solar (por ejemplo, el agua de nuestros océanos para obtener hidrógeno
para sus naves propulsadas por fusión). Sin quererlo, los
extraterrestres podrían importar microorganismos que tuvieran especial
apetito por carne humana. De la misma manera como la civilización
occidental tuvo un efecto destructivo sobre todas las civilizaciones
primitivas con las que tuvo contacto (pensemos p. ej. en el
descubrimiento de América), podría suceder los mismo cuando llegaran los
hipotéticos
extraterrestres.
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