lunes, 25 de marzo de 2013

Extinción del Sol

 El objeto más cercano, de tamaño suficiente y energía bastante para afectar seriamente a la Tierra es el Sol. Mientras el Sol mantenga su actual nivel de actividad (como lleva haciendo durante miles de millones de años), la Tierra seguirá esencialmente inmutable. Ahora bien, ¿puede el Sol mantener para siempre ese nivel? Y, caso de que no, ¿qué cambio se producirá y cómo afectará esto a la Tierra? Hasta los años treinta parecía evidente que el Sol, como cualquier otro cuerpo caliente, tenía que acabar enfriándose. Vertía y vertía energía al espacio, por lo cual este inmenso torrente tendría que disminuir y reducirse poco a poco a un simple chorrito. El Sol se haría naranja, luego rojo, iría apagándose cada vez más y finalmente se apagaría. En estas condiciones, también la Tierra se iría enfriando lentamente. El agua se congelaría y las regiones polares serían cada vez más extensas. En último término, ni siquiera las regiones ecuatoriales tendrían suficiente calor para mantener la vida. El océano entero se congelaría en un bloque macizo de hielo e incluso el aire se licuaría primero y luego se congelaría. Durante billones de años, esta Tierra gélida seguiría girando alrededor del difunto Sol. Pero aun en esas condiciones, la Tierra, como planeta, seguiría existiendo. Sin embargo, durante la década de los treinta, los científicos nucleares empezaron por primera vez a calcular las reacciones nucleares que tienen lugar en el interior del Sol y otras estrellas. Y hallaron que aunque el Sol tiene que acabar por enfriarse, habrá períodos de fuerte calentamiento antes de ese fin. Una vez consumida la mayor parte del combustible básico, que es el hidrógeno, empezarán a desarrollarse otras reacciones nucleares, que calentarán el Sol y harán que se expanda enormemente. Aunque emitirá una cantidad mayor de calor, cada porción de su ahora vastísima superficie tocará a una fracción mucho más pequeña de ese calor y será, por tanto, más fría. El Sol se convertirá en una gigante roja. En tales condiciones es probable que la Tierra se convierta en un ascua y luego se vaporice. En ese momento, la Tierra, como cuerpo planetario sólido, acabará sus días. Pero no os preocupéis demasiado. Echadle todavía unos ocho mil millones de años.
Alguna vez le tocará el turno a la especie humana.
Desastres naturales
Las erupciones solares son permanentes, aunque de intensidad variable
Erupción solar gigante: las eyecciones de masa de la corona solar bombardean a la Tierra con un torrente de partículas subatómicas de alta velocidad. Esto ocurre permanentemente, pero se encontró que las estrellas pueden incrementar su brillo en unas 20 veces, probablemente debido a erupciones gigantes.
Disminución de actividad solar: otras estrellas de tipo parecido al sol pasan por períodos en que se observa una disminución del brillo del 1%. Parece poca cosa, pero puede terminar en otra Edad de Hielo, o algo bastante más frío y peor.
Inversión del campo magnético terrestre: a lo largo de la historia geológica del planeta el campo magnético se invirtió varias veces. Durante el siglo pasado el campo magnético de la Tierra disminuyó un 5%. El campo magnético desvía las tormentas de partículas y los rayos cósmicos, y deja de protegernos si se anula.
Erupción de rayos gama: de la colisión de dos estrellas colapsadas se liberan energías insospechadas en forma de radiación gama, hasta 1016 veces la potencia del sol. Si esto se produjera a una distancia relativamente cercana (menos de 1.000 años luz) la atmósfera terrestre nos protegería inicialmente, pero los óxidos de nitrógeno que se producirían destruirían la capa de ozono, con lo que la radiación UV del sol nos llegaría sin amortiguar. El resultado no sería sólo cáncer de piel, sino que se destruría el plancton oceánico que constituye la base de la cadena alimentaria y que provee buena parte del oxígeno de la atmósfera.
Causas no terrestres
Invasión extraterrestre: hace décadas que los científicos de SETI buscan señales de civilizaciones extraterrestres. Hasta ahora sin éxito, pero por algo siguen buscando. ¿Qué sucederá si alguna vez hacen contacto? No necesariamente se producirá un conflicto directo, pero los extraterrestres podrían estar interesados en recursos de nuestro sistema solar (por ejemplo, el agua de nuestros océanos para obtener hidrógeno para sus naves propulsadas por fusión). Sin quererlo, los extraterrestres podrían importar microorganismos que tuvieran especial apetito por carne humana. De la misma manera como la civilización occidental tuvo un efecto destructivo sobre todas las civilizaciones primitivas con las que tuvo contacto (pensemos p. ej. en el descubrimiento de América), podría suceder los mismo cuando llegaran los hipotéticos
extraterrestres.

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