lunes, 25 de marzo de 2013
¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no existiera la Luna?
9:37
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Ningún otro planeta más que la Tierra en el Sistema Solar posee una
compañía tan importante como la de la Luna. Es una de las tantas cosas
que nos hacen únicos y tan privilegiados, al menos en este sistema.
La
luna lleva más de 4.000 millones de años acompañando a la Tierra en su
viaje alrededor del Sol. La interacción gravitatoria entre la Tierra y
la Luna tiene importantes efectos en ambos objetos. Ahora bien, ¿qué
pasaría si la Luna dejara de orbitarnos y desapareciera entre los
confines del espacio? ¿Qué cambios se producirían en la Tierra? Aunque
parezca del todo
improbable la Luna se aleja de nosotros a una
velocidad de 3, 8 cm por año. Parece insignificante, pero multipliquemos
3, 8 x millones de años, ya parece una cifra considerable.
Pero
bueno, pensemos que de golpe y porrazo la Luna desaparece de repente por
el motivo que sea. La primera consecuencia sería que no veríamos nunca
más su circunferencia brillante en nuestros cielos nocturnos claro. La
segunda consecuencia más importante, la tierra vería afectada su
biosfera. El efecto gravitacional que ejerce la Luna es reciproco, una
prueba de ello es sin duda, el efecto de las mareas, y su importancia es
vital. Sin la acción de las mareas, las corrientes oceánicas serían
mucho más débiles y tenderían al estancamiento, las orillas perderían su
sistema de limpieza natural mediante el avance y retroceso de las
aguas, los canales de las ciudades se verían estancados. Pero existiría
un problema más importante que es el que se trata a continuación:
Cambio climático
Si
la Luna nos abandonara en su órbita alrededor de la Tierra, sufriríamos
consecuencias climáticas a nivel global. La sincronización entre su
movimiento de rotación sobre sí misma y translación alrededor de la
Tierra hace que siempre veamos la misma cara de la Luna. Este movimiento
hace que el eje de rotación de la Tierra este anclado a una posición
fija. De lo contrario cada pocos miles de años variarían el clima de las
distintas zonas de la Tierra de forma radical, con las terribles
consecuencias a las especies por problemas de adaptación y seguramente
se producirían extinciones masivas.
El momento angular de la Tierra también variaría y cada vez la Tierra rotaría un poco más deprisa.
Lo
que sí es totalmente seguro es que la Luna se aleja de nosotros,
lentamente, si, Parte de la energía que genera la Tierra en su rotación
es transferida al satélite y viceversa. Así, la Tierra gira cada vez más
despacio, unos 1, 5 milisegundos cada 100 años, la Luna se mueve más
rápido y como digo, se aleja a unos 3, 8 cm al año.
¿Qué pasaría en la Tierra si no existiera la Luna?
La ausencia
de la llamada fuerza de marea sería una de las responsables de los
cambios más significantes. La Luna afecta al material líquido del
planeta y, como todos sabemos, en especial la actividad de los océanos y
las corrientes marítimas.
Sin embargo, la corteza de
nuestro planeta también se ve afectada por la actividad lunar, al igual
que el clima. Esta fuerza brinda también un calentamiento significante
en la Tierra, disipa energía y actúa en el movimiento de las placas
tectónicas.
Si la Luna repentinamente desapareciera, la altitud
global y las corrientes de los océanos se modificarían
considerablemente. El agua de estos se redistribuiría y tomaría
dirección hacia los polos, lo que provocaría diversos problemas.
En relación con el movimiento de la Tierra también la Luna tendría un
papel fundamental, ya que la ayuda a estabilizarse y mantenerse con el
mismo movimiento mediante su influencia gravitacional.
¿Cómo afectaría la ausencia de la Luna en la vida sobre la Tierra?
De
forma negativa, pues las especies se han adaptado al medio en el que
ahora se encuentran, sobre todo los que viven en la costa, las que viven
en agua salada y demás. Todas ellas están adaptadas a estas condiciones
de acuerdo a las corrientes y el flujo de la marea, algo que dejaría de
ocurrir si no existiera la luna.
En lo que respecta a la
iluminación que brinda el reflejo de la luz del Sol en la Luna, muchas
son las especies que se verían afectadas precisamente por perder
significativamente la capacidad de adaptarse a la oscuridad de la noche
sin la ayuda de la luz reflejada por la Luna.
Bernard
Froig sostiene que los humanos, al tener un sentido de la vista tan
agudo, casi seríamos capaces de iluminarnos con la luz de la Vía Láctea.
En cuanto a nuestra organización, los calendarios que fueron creados a
partir de las fases de la luna (sobre todo para la caza y las cosechas)
dejarían de existir.
En la comunidad científica tendría también
un gran impacto. Durante cientos de años el hombre ha estudiado la Luna y
a partir de allí a logrado cosas espectaculares. Mediante el estudio de
las fases de la Luna se logró determinar la distancia de esta hasta la
Tierra, el tamaño de ambas, la distancia de aquí al Sol, el tamaño de
diversos objetos y distancias en el Sistema Solar, etc.
Extinción del Sol
9:29
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El objeto más cercano, de tamaño suficiente y energía bastante
para afectar seriamente a la Tierra es el Sol. Mientras el Sol mantenga
su actual nivel de actividad (como lleva haciendo durante miles de
millones de años), la Tierra seguirá esencialmente inmutable. Ahora
bien, ¿puede el Sol mantener para siempre ese nivel? Y, caso de que no,
¿qué cambio se producirá y cómo afectará esto a la Tierra? Hasta los
años treinta parecía evidente que el Sol, como cualquier otro cuerpo
caliente, tenía que acabar enfriándose. Vertía y vertía energía al
espacio, por lo cual este inmenso torrente tendría que disminuir y
reducirse poco a poco a un simple chorrito. El Sol se haría naranja,
luego rojo, iría apagándose cada vez más y finalmente se apagaría. En
estas condiciones, también la Tierra se iría enfriando lentamente. El
agua se congelaría y las regiones polares serían cada vez más extensas.
En último término, ni siquiera las regiones ecuatoriales tendrían
suficiente calor para mantener la vida. El océano entero se congelaría
en un bloque macizo de hielo e incluso el aire se licuaría primero y
luego se congelaría. Durante billones de años, esta Tierra gélida
seguiría girando alrededor del difunto Sol. Pero aun en esas
condiciones, la Tierra, como planeta, seguiría existiendo. Sin embargo,
durante la década de los treinta, los científicos nucleares empezaron
por primera vez a calcular las reacciones nucleares que tienen lugar en
el interior del Sol y otras estrellas. Y hallaron que aunque el Sol
tiene que acabar por enfriarse, habrá períodos de fuerte calentamiento
antes de ese fin. Una vez consumida la mayor parte del combustible
básico, que es el hidrógeno, empezarán a desarrollarse otras reacciones
nucleares, que calentarán el Sol y harán que se expanda enormemente.
Aunque emitirá una cantidad mayor de calor, cada porción de su ahora
vastísima superficie tocará a una fracción mucho más pequeña de ese
calor y será, por tanto, más fría. El Sol se convertirá en una gigante
roja. En tales condiciones es probable que la Tierra se convierta en un
ascua y luego se vaporice. En ese momento, la Tierra, como cuerpo
planetario sólido, acabará sus días. Pero no os preocupéis demasiado.
Echadle todavía unos ocho mil millones de años.
Alguna vez le tocará el turno a la especie humana.
Desastres naturales
Las erupciones solares son permanentes, aunque de intensidad variable
Erupción
solar gigante: las eyecciones de masa de la corona solar bombardean a
la Tierra con un torrente de partículas subatómicas de alta velocidad.
Esto ocurre permanentemente, pero se encontró que las estrellas pueden
incrementar su brillo en unas 20 veces, probablemente debido a
erupciones gigantes.
Disminución de actividad solar:
otras estrellas de tipo parecido al sol pasan por períodos en que se
observa una disminución del brillo del 1%. Parece poca cosa, pero puede
terminar en otra Edad de Hielo, o algo bastante más frío y peor.
Inversión
del campo magnético terrestre: a lo largo de la historia geológica del
planeta el campo magnético se invirtió varias veces. Durante el siglo
pasado el campo magnético de la Tierra disminuyó un 5%. El campo
magnético desvía las tormentas de partículas y los rayos cósmicos, y
deja de protegernos si se anula.
Erupción de
rayos gama: de la colisión de dos estrellas colapsadas se liberan
energías insospechadas en forma de radiación gama, hasta 1016 veces la
potencia del sol. Si esto se produjera a una distancia relativamente
cercana (menos de 1.000 años luz) la atmósfera terrestre nos protegería
inicialmente, pero los óxidos de nitrógeno que se producirían
destruirían la capa de ozono, con lo que la radiación UV del sol nos
llegaría sin amortiguar. El resultado no sería sólo cáncer de piel, sino
que se destruría el plancton oceánico que constituye la base de la
cadena alimentaria y que provee buena parte del oxígeno de la atmósfera.
Causas no terrestres
Invasión
extraterrestre: hace décadas que los científicos de SETI buscan señales
de civilizaciones extraterrestres. Hasta ahora sin éxito, pero por algo
siguen buscando. ¿Qué sucederá si alguna vez hacen contacto? No
necesariamente se producirá un conflicto directo, pero los
extraterrestres podrían estar interesados en recursos de nuestro sistema
solar (por ejemplo, el agua de nuestros océanos para obtener hidrógeno
para sus naves propulsadas por fusión). Sin quererlo, los
extraterrestres podrían importar microorganismos que tuvieran especial
apetito por carne humana. De la misma manera como la civilización
occidental tuvo un efecto destructivo sobre todas las civilizaciones
primitivas con las que tuvo contacto (pensemos p. ej. en el
descubrimiento de América), podría suceder los mismo cuando llegaran los
hipotéticos
extraterrestres.
lunes, 4 de marzo de 2013
Extinción por agujero negro
9:24
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Uno de los fenómenos más curiosos de nuestro universo son
los agujeros negros, una región finita del espacio-tiempo provocada por una
gran concentración de masa en su interior, con enorme aumento de la densidad,
lo que genera un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni
siquiera los fotones de luz, pueden escapar de dicha región.
El origen de los agujeros negros es planteado por el
astrofísico Stephen Hawking en su libro de 1988, Historia del tiempo: del Big
Bang a los agujeros negros. Los agujeros negros se crean como consecuencia a la muerte de una gigante roja (estrella de
gran masa), llámese muerte a la extinción total de su energía).
¿Qué pasaría si uno de estos colosales cuerpos nos
engullese?, y lo más importante, ¿existe la posibilidad de que nos engulla
algún agujero negro?
La respuesta es sí, existe la posibilidad, y tendría unas
consecuencias devastadoras. Primero partiría a la Tierra poco a poco, e iría
engulléndola hasta que finalmente no quedase nada, si la Tierra sobrepasara el
horizonte de sucesos de un agujero negro nadie ni nada podría escapar.
Hay dos posibles formas con las que podemos toparnos con un
agujero negro:
- Internamente, por efecto de algún acelerador de partículas, como queda claro en esta noticia: (“Hará unos siete años, cuando el Recolector Relativista de Iones Pesados se estaba construyendo en el Laboratorio Nacional Brookhaven de Nueva York, había la preocupación de que pudiera formarse un estado de materia densa que no había existido antes. En aquel momento era el acelerador de partículas más grande construido en el mundo y permitía hacer que chocasen con inmensa fuerza iones de oro. El riesgo era que aquello pudiera llegar a una fase que fuera suficientemente densa como para ser como un agujero negro, tomando materia del exterior.” “¿Acabarían los laboratorios Brookhaven –y quizá también la Tierra entera- engullidos por un agujero negro creado por el nuevo acelerador? Usando la información que ya conocemos sobre los agujeros negros en el espacio exterior, hicimos un cálculo para descubrir si el acelerador de partículas de Brookhaven era capaz de formar tal agujero negro. Este debate se volvió a abrir con la creación de hace menos tiempo del que es hasta ahora el acelerador de partículas más potente del mundo (el CERN).
- Externamente, si la teoría de Hawking de que los agujeros negros emiten radiación resultase ser correcta, algunos de estos cuerpos aún podrían sobrevivir en la actualidad, ya que el modelo de Hawking afirma que la intensidad de la radiación emitida por los mismos es inversamente proporcional al cuadrado de sus masas. De esta forma, los más pequeños ya se habrán evaporado y desaparecido hoy, casi 14.000 millones de años después del nacimiento del universo. En cambio, cabe la posibilidad de que aquellos agujeros negros que hayan superado una masa crítica mínima, de unos 500.000 millones de kilogramos, todavía se encuentren entre nosotros, quizá vagando por el espacio. ¿Podrían colisionar con la Tierra y atravesarla de lado a lado? ¿Cómo nos daríamos cuenta de que algo así ha ocurrido o está ocurriendo? Al fin y al cabo, un agujero negro de 500 millones de toneladas no es mayor de una billonésima de centímetro? La verdad es que nos podríamos dar cuenta por el efecto que causaría sobre otros planetas antes de llegar hasta nosotros pero igualmente no se podría hacer nada.
Aquí os dejo una noticia del engullimiento de una estrella
(por suerte muy lejana) por un agujero negro:
Un agujero negro, al parecer, se ha tragado una estrella,
desgarrándola, en una galaxia que está a unos 3.800 años luz de la Tierra.
El fenómeno ha generado un destello de altísima energía, en
rayos X y rayos gamma, que debe ser un chorro orientado hacia la Vía Láctea, lo
que ha permitido observar el brillo extremo producido. Es un fenómeno singular.
Los expertos calculan que la emisión de rayos gamma que les
dio la pista debió comenzar el 24/03 o 25/03 sigue brillando y seguramente no
se apagará hasta el año que viene.
Dos equipos internacionales de astrónomos lo han observado y
estudiado y publican sus conclusiones en Science Express.
El fogonazo de rayos gamma fue detectado por el telescopio
espacial Swift y los astrónomos consideraron que se trataba de un estallido
producido por el colapso de una estrella, pero el 31/03, Joshua S. Bloom, de la Universidad de
California en Berkeley, sugirió a sus colegas que no se trataba de un estallido
de rayos gamma típico (como los que se producen y detectan habitualmente en el
cielo), sino que podría ser un chorro de alta energía generado al ser atrapada
una estrella del tamaño del Sol por un agujero negro un millón de veces más
masivo.
"Esto es realmente diferente de cualquier
acontecimiento explosivo que hayamos visto antes", afirma Bloom en un
comunicado de la
Universidad de Berkeley. "Creemos que este
acontecimiento fue detectado aproximadamente cuando alcanzó su máximo
brillo".
"El escenario más plausible indica que el estallido
podría deberse a la ruptura y caída hacia el agujero negro de una estrella
próxima, aunque de momento se trata de una hipótesis", comenta Juan Carlos
Tello, uno de los astrónomos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC)
que participan en la investigación.
"La única explicación que encaja en el tamaño,
intensidad, escala de tiempo y nivel de fluctuación del fenómeno que hemos
observado es que un agujero negro masivo justo en el centro de esa galaxia ha
atraído a una gran estrella y la ha desgarrado por las fuerzas de marea.
Entonces, el agujero negro en rotación crea dos chorros y uno de ellos apunta
hacia aquí".
04/03/13
Durante las próximas semanas vamos a publicar un trabajo de investigación que hemos realizado, en el cual hablaremos sobre las posibles destrucciones de nuestro planeta Tierra. Lo dividiremos en partes, para hacer la lectura más amena y lo más didáctica posible. Esperemos que os divirtais con estas entradas mientras nosotros seguiremos trabajando para tener el blog al día.
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